CÓMO LIMPIAR LAS OREJAS DE TU GATOS EN 5 PASOS: GUÍA PRÁCTICA Y SEGURA!

 

La higiene felina va más allá del cepillado o del arenero. Uno de los cuidados más olvidados, pero esenciales, es la limpieza de las orejas. Mantenerlas limpias no solo previene infecciones, también te ayuda a detectar posibles problemas a tiempo. 

En este artículo de Gatografía: La Esencia Felina, te explicamos cómo limpiar las orejas de tu gato en cinco pasos sencillos y seguros.

🐾 ¿Cuándo deberías limpiar las orejas de tu gato?

Los gatos son animales muy limpios, pero algunos pueden acumular más cera o suciedad, especialmente si tienen orejas grandes, peludas o padecen de alergias o ácaros. Si notas mal olor, enrojecimiento, rascado constante o una secreción marrón oscura, es momento de revisar sus orejas.

🚩Ojo: Si hay signos de infección, no intentes limpiar tú mismo y acude al veterinario.

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🧼 Los 5 Pasos para Limpiar las Orejas de tu Gato

1. Prepárate y escoge el lugar adecuado

Busca un espacio tranquilo y bien iluminado. Ten a la mano:

• Solución limpiadora especial para oídos felinos (nunca uses alcohol ni peróxido de hidrógeno)

• Gasas o algodones suaves (¡nunca hisopos!)

• Toalla (opcional, por si tu gato es muy inquieto)

2. Revisa las orejas con cuidado

Levanta con suavidad la oreja de tu gato y observa. Debe tener un tono rosado claro y estar libre de mal olor. Si hay mucha suciedad o secreción, eso es una señal para limpiarlas (o consultar al veterinario).

3. Aplica la solución limpiadora

Sigue las instrucciones del producto. Generalmente, se colocan unas gotas dentro del canal auditivo. No te preocupes si el gato sacude la cabeza; es normal y ayuda a soltar la suciedad.

4. Limpia con suavidad

Usa una gasa limpia para retirar el exceso de cera y líquido. Limpia solo lo que puedas ver. No introduzcas nada en el canal auditivo profundo.

5. Premia a tu gato

¡Muy importante! Dale un premio o un poco de mimos. Así asociará la limpieza con una experiencia positiva (o al menos tolerable).

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Consejito Gatuno

Haz esta rutina una vez al mes o cuando veas acumulación de suciedad. Si tu gato es propenso a infecciones o tiene orejas muy peludas, puede necesitar limpieza más frecuente, siempre con la guía de un veterinario.

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